Plantas de interior decorativas y ‘sin compromiso’
Sin compromiso quiere decir resistencia y capacidad para hacer más atractiva (son muy decorativas) y saludable (purifican el aire) la vida dentro de cualquier entorno humano a cambio de un mínimo de dedicación. Así llama el Flower Council of Holland a los crotones, filodendros, sansevierias, potos y scheffleras, plantas de interior que no deberían faltar en ninguna casa, incluso de gente con escasa experiencia jardinera.
Con los filodendros, potos, crotones, sansevierias y scheffleras la decoración más moderna (y la más clásica) se empapa del necesario toque de naturaleza. Estas plantas van de maravilla en tiestos de diseños actuales, de líneas puras y geométricas, blancos o de colores atrevidos. En tu centro de jardinería las encontrarás de muchos tamaños, formas y tonalidades.
El crotón (Codiaeum variegatum) es una planta de grandes e inigualables hojas coriáceas multicolores con marcadas nerviaciones en contraste. Su presencia dentro de casa evoca los jardines tropicales.
Los filodendros (Philodendron) resultan espectaculares por sus lustrosas hojas coriáceas verdes o con tonalidades rojizas, muy recortadas o de bordes lisos. En su mayoría son lianas dotadas de largas raíces aéreas con las que se abrazan a los troncos (o a los tutores envueltos en musgo) y los muros, de los que absorben la humedad. En Canarias y Andalucía es frecuente verlos crecer a la sombra en jardines y patios.
Plantados en tiesto lucen magníficos en porches y ambientes luminosos de interior.
Las sansevierias o espadas de San Jorge (Sansevieria) son de lejos las plantas más fáciles de cuidar y mantener. Sus vigorosos rizomas y sus gruesas hojas en forma de jabalina o de espadas planas verdes o con variegaciones doradas o blancas, son suficientemente fuertes para soportar el calor, la sequedad ambiental y la falta de agua.
La schefflera (Schefflera) es una de las plantas con mayor poder purificador gracias a sus abundantes hojas compuestas en forma de sombrilla (digitadas). La encontrarás en forma de pequeño bonsái, arbolito con los troncos trenzados y la copa redondeada, arbustos enanos y compactos, o ejemplares muy altos, esbeltos y de aspecto ligero.
Los populares potos (Scindapsus o Epipremnum) dan mucho juego como plantas colgantes y trepadoras por su condición de lianas. Los hay de hojas lisas, variegadas, como el poto ‘Njoy’, o con un punteado plateado muy decorativo, como el Scindapsus pictus.
¿CUIDADOS? ¡MENOS ES NADA!
• Luz: Cuanto más coloridas sean las plantas más luz requerirán para no perder su cromatismo. Las de follaje verde pueden vivir bien en ambientes menos luminosos. Si se les caen las hojas significa que la luz que reciben no es suficiente. No dejes que les dé el sol de forma directa.
• Temperatura y humedad ambiental: Al ser plantas de origen tropical soportan mal el frío: muchas de ellas empiezan a sufrir cuando el termómetro baja de 12º. La falta de humedad ambiental se manifiesta en las puntas secas de las hojas, por lo tanto, a excepción de las sansevierias, agradecerán las pulverizaciones con agua sobre todo en los días de calor.
• Riego: Cada tipo de planta exige una cantidad y frecuencia de riego determinadas. Tenlo en cuenta y evita darles agua en exceso. Sansevierias y scheffleras, por ejemplo, necesitan muy poca cantidad. No permitas que la tierra permanezca húmeda demasiado tiempo, especialmente en invierno, ya que las raíces pueden sufrir asfixia y morir. Es mejor dejar que se seque el sustrato antes de volver a regar.
• Abono: Apórtales fertilizante diluido en el agua de riego cada 15 días en el período de crecimiento y una vez al mes entre octubre y febrero.
• Poda: Elimina las hojas amarillas o secas. Si los ejemplares pierden la forma o han crecido demasiado recórtalos preferiblemente durante los meses de reposo vegetativo. Las sansevierias no se podan.